Historia de Copo

17.12.2020

Esta es la historia de un guerrero valiente y luchador, que a pesar de todos sus problemas de salud, tiene muchas ganas de vivir y ser feliz. Una historia conmovedora y llena de lucha, pero también de esperanzas para todos aquellos conejitos que tienen alguna discapacidad o enfermedad y para que sus familias sepan que se puede hacer feliz a un conejito.

Esta es la historia de Copito, un conejito de 4 años. Copito fue adoptado en 2016 por su mamineja que buscaba una hembra, pero él estaba solito, ningún otro conejo se le acercaba, motivo por el cual ella decidió darle la oportunidad y adoptarlo. Con un mes y medio de vida, lo llevaron al veterinario para su primer control de rutina y porque estornudaba mucho. Desafortunadamente y para sorpresa de su familia, Copito estaba desnutrido y tenía una infección respiratoria, sin embargo, fue rápidamente diagnosticado y atendido apropiadamente.

Luego de un tiempo su familia decidió castrarlo, pero primero deseaban ansiosamente que primero tenga conejitos y con 9 meses de edad lo cruzaron con una conejita que tuvo a 6 hermosos bebes, de los cuales una hermosa hembra se quedó́ en la familia con Copo.

Luego de tener bebes, Copito fue castrado y al cabo de 3 meses empezó́ a tener problemas y todo comenzó a complicarse. Empezó a girar su cabeza, tenía nistagmo y no caminaba bien. Su mamineja preocupada lo llevo de inmediato al veterinario, pero desagraciadamente no supieron diagnosticarlo con certeza. El primer médico que lo trato les dijo que tenía un daño neurológico provocado por un traumatismo y le aplico inyecciones que aún no estaban en el mercado, para estimularlo el sistema neuronal. A la tercera inyección les comento que si no hacía efecto moriría en cuestión de tres semanas. La familia de Copo estaba devastada por la terrible noticia, y por ese motivo decidieron buscar una segunda opinión. Esta vez le diagnosticaron pasteurella, a lo que procedieron a darle antibióticos y antiinflamatorios. Frente a cualquier pronóstico Copito pudo recuperarse aunque quedo con su cabecita de lado como consecuencia de una secuela.

El tiempo transcurrió sin problemas, pero al cabo de un año su pasteurella volvió a reincidir y por desgracia esta vez fue más severa. Su familia lo llevó nuevamente de urgencia al médico, donde le repitieron el tratamiento y le realizaron una radiografía para descartar algún otro problema, aunque afortunadamente continuo con el mismo tratamiento y pudo recuperarse. Sin embargo, la radiografía arrojó un sobrecrecimiento dental, si bien pudieron advertir esta situación, en ese momento lograron cortar sus dientecitos, aunque este problema volvería a persistir en reiteradas oportunidades hasta la actualidad.

Luego de este episodio, aproximadamente un año después, un buen día su mamineja observo que a Copo le costaba caminar y sentía dolor en sus patitas traseras. Al revisarlas, notó que tenía sus patas peladas, motivo por el cual lo llevo a tratar nuevamente. En esta oportunidad le diagnosticaron pododermatitis, dándole su correspondiente tratamiento.

Si bien Copito sano, seguía con molestias en sus patitas y si se acostaba, luego se paraba con dificultad. Por este motivo su familia lo lleva de manera urgente al veterinario quien le realizo una radiografía, la cual salió que tenía espondilitis y espondilosis en la articulación lumbo sacra, este diagnóstico es un tipo de artrosis que se aloja en el área mencionada. Como consecuencia, provoca inflamación ocasionando una presión en la medula espinal, derivando en sintomatologías neurológicas. Copito debía tomar una medicación específica con intervalos de 3 días para poder descansar del tratamiento debido a que los fármacos son muy fuertes, pero tristemente Copo no aguantaba ya que comenzaba a llorar del dolor que sentía. Actualmente sigue en tratamiento.

Su veterinario actual no está de acuerdo con el diagnóstico que le brindaron, y considera puede ser un problema neurológico causado por un tumor u otra cosa alojado en su cabecita, ya que la tiene un poco más girada que antes.

Para descartar el tumor Copo necesita una tomografía computarizada que, al parecer, donde vive su familia en Santiago no la hacen. Hace poco le colocaron corticoides para ver si todo esto se solucionaba, pero no fue así́.

Hace un tiempo atrás le picaban mucho las orejitas y él no se las puede rascar ya que no tiene fuerzas en sus patitas traseras para mantenerse en 2 patitas por ende no se puede lavar ni rascar, su mamineja lo llevó al veterinario y al revisarlo descubrieron que tenía mucha secreción y, pero sin presencia de ácaros por lo que lo dejaron con unas gotitas óticas y le hicieron un lavado de oído.

Hace poco tiempo comenzó un tratamiento homeopático, para que pueda subir de peso ya que tiene una úlcera dentro de la boca por el sobrecimiento dental y entre la pododermatitis y la otitis se le ha caído un incisivo superior pero no le ha crecido hasta el momento.

A pesar de todo y aunque está un poco bajo de peso Copo es muy feliz y come mucho. Bebe mucha agua y pese a sus dolencias camina por toda la casa al menos una vez al día. Su mamineja también tiene una conejita que lo ayuda a lavarse las orejas ya que eso tampoco puede hacer, no tiene fuerza en las patitas traseras y se cae cuando intenta lavarse.

Copo es un ejemplo de vida, sus múltiples problemas de salud no le han hecho perder sus fuerzas y sus ganas de ser feliz. Copo es un conejo único, guerrero, luchador constante, es valiente como pocos y eso lo hace sumamente especial. Es muy importante el acompañamiento, la dedicación y cuidado de la familia. El amor de su familia logra que él sea un conejo enormemente feliz y eso vale la pena todo el esfuerzo.