Primero que todo, es importante recordar que los conejos son animales muy limpios, y no necesitan de baños a diferencia de los perros u otra mascota. Sin embargo, puede haber casos excepcionales en los que sí se requiere de esta ayuda, como ocurre con nuestros conejitos discapacitados.

Cuartos traseros

Si tu conejo se ensucia sólo de vez en cuando las patas o zona genital, no hace falta bañarlo, basta con que uses toallitas húmedas de bebé sin aroma para limpiar la zona, sin abusar para no irritar su piel.

Si por el contrario, se ensucia con regularidad producto de incontinencia urinaria, fecal o a menudo pisa sus cecotrofos, será necesario un aseo más profundo.

Los baños deben realizarse las veces que sea necesario, lo más rápido posible con agua templada. Puedes usar una pequeña cantidad de shampoo para bebé neutro hipoalergénico y luego de retirar todos los restos de shampoo, secar con toallas absorbentes. Si tiene escaldaduras por orina no frotes al lavar ni uses shampoo, en estos casos de piel irritada o escaldada, sólo utilizar agua, y al secar tampoco restregar ya que empeorarás sus heridas y ocasionarás mucho dolor.

Recomendamos no usar secadores de aire ya que con el ruido se asustará y puede provocar problemas graves producto del miedo que pueda sentir, esto lo estresará en el momento y en futuras ocasiones. Por otra parte, el aire tibio puede causar dolor en zonas irritadas.

Te aconsejamos que tengas una toalla específica solo para tu conejo y que sea del tamaño adecuado para él. Que absorba bien la humedad y también que sea suave, sobre todo en aquellos que tienen piel delicada.

Cuidado con sus ojos y orejas. El shampoo jamás debe tener contacto directo con estas zonas y tampoco el agua, ya que puede generar irritaciones o una otitis secundaria debido a la humedad que se generará en el pabellón auricular interno. Puedes utilizar solo una toalla humedecida para limpiar estas zonas, y siempre tener el cuidado de secar muy bien los oídos posteriormente.

Boca, cara y patas delanteras

Suele pasar que en conejos con problemas dentales se mojan mucho la barbilla por la salivación, se ensucian cuando comen su papilla ya sea con jeringa o directamente de su plato, o se ensucian cuando al recibir sus medicamentos se vuelven inquietos. En estos casos, te recomendamos usar toallas húmedas diariamente y limpiar siempre la zona después de cada alimentación o entrega de medicamento, para evitar que esto se seque y sea más difícil de retirar después.

Si se está manchando constantemente la parte delantera, dependiendo de la circunstancia y el tipo de discapacidad o condición que tenga, de vez en cuando no será suficiente solo limpiar con paños húmedos y tendrás que lavar la zona de cuello, boca y hasta patitas delanteras.

El lavado de la parte superior debe realizarse con la misma rapidez que el lavado de la parte posterior y de igual modo secarlo muy bien. Muchas veces suelen asustarse ya que no logran ver tus manos cuando los manipulas debajo de su barbilla, por eso es recomendable que vayas acostumbrándolo de a poco. Hazlo en un lugar seguro y pide ayuda para evitar cualquier accidente. Ellos aunque tengan dificultades físicas, muchas veces se vuelven inquietos y sobre todo si ya saben a lo que van. Idealmente que una persona lo sostenga y otro le lave sólo con agua templada.

Si se trata de un conejo angora, es mejor mantener siempre el pelo recortado para evitar que se ensucie o para que la limpieza no sea tan difícil. Una buena idea es usar un pequeño babero cuando vas a darle su papilla y limpiar inmediatamente los restos de comida que hayan quedado en su boca con un paño húmedo.

Por último, se cuidadoso con la piel de tu conejito, aplica pomadas si te lo ha recomendado el veterinario y nunca apliques calor para el secado. Puedes cepillar y mantener el pelo recortado para que se haga más fácil todo este proceso, ya que si queda húmedo podría generar problemas dérmicos secundarios como pasa muchas veces con la saliva que provoca dermatitis puesto que la piel se irrita cuando permanece mojada.

Mantén siempre un ambiente relajado para el lavado de tu conejo. Háblale con suavidad en todo momento y al terminar puedes entregarle un pequeño premio saludable.

Revisado por la Dra. Natalia Villalobos.