Historia de Milagros

20.12.2020

Hace 1 año y medio, Milagros (Milita) fue la primera en nacer de 2 gazapos, sin embargo, su hermano no vivió mucho tiempo, pero contra todo pronóstico Milagros se aferró a la vida. A las pocas semanas de nacida, se le enredó un hilo de lana en su patita, de inmediato fue llevada al veterinario pero no podían hacer mucho debido a que era muy pequeña hasta que con el paso de los días su patita se le cayó. Se le había caído desde el tobillo.

Así fueron pasando los meses y siempre cuidaban que su espacio fuera lo más cómodo para ella, con piso antideslizante, sustrato de papel suave, su caja de baño que fuera baja, la dejaban en un lugar seguro en la noche, pero es tan inquieta que siempre se le olvidaba que le faltaba su patita, por lo que constantemente sangraba cada vez que saltaba más fuerte o se asustaba y salía corriendo por lo que su costra se caía parcialmente y muchas veces de forma total.

Pasaron 4 meses y todo parecía ir de maravilla, hasta que la mami de Milagros, Helga, falleció... y ahí fue donde el vínculo de la pequeña con su mamineja humana se fortaleció, pues ahora es al extremo regalona, sabe exactamente cuando ella termina de trabajar para buscarla y pedirle cariño, cuando se demora en llegar a la pieza sale a buscarla, meditan juntas, le encanta Norah Jones, y salta a su cama sólo dándose impulso con una patita.

Al cabo de un mes, la patita de Milita no se veía nada bien, por lo que fue llevada a su veterinario especialista, el cual pronosticó que amputar era la mejor opción pues se estaba llenando de costras que se caían por la actividad de Milita y esto podría traerle otros problemas pero sus papinejos quisieron buscar una segunda opinión pues la amputación les resultaba algo extremo, pero la medicación del segundo veterinario no dio resultado, el simple hecho de darle la medicina a Milita era demasiado estresante para ambas. Fue entonces cuando empezó a buscar en internet y dio con Conejos Discapacitados, ella nos lo cuenta:

"...fue alivio directo al corazón, me hicieron ver que la amputación sí podía ser la mejor opción, si bien era un camino complejo se podía salir adelante..."

Fue entonces cuando se decidió realizar la operación, claro que había muchas interrogantes en la cabeza de su mamineja, ¿Qué hacer?, ¿Cómo afrontarlo?, ¿Cómo seguir acomodando su espacio? Y la preocupación más grande ¿Cómo iba a reaccionar a la anestesia? Pero en el fondo sabían que era la decisión correcta.

El día de la operación fue difícil para ambas el separarse, pero todo salió de maravilla, Milita estaba perfectamente bien, solo debía quedarse para recuperación y en todo ese período, acomodaron lo mejor que pudieron su espacio, siguiendo todas las pautas que Conejos Discapacitados les había comentado. Cuando por fin volvió a casa, salió disparada a recorrer su habitación, ¡que susto! Recién operada y saltando como loquita, pero ese es su espíritu e indicaba que la operación había sido ¡todo un éxito!

Actualmente es feliz con sus papinejos Ximena y Alejandro, descubriendo una nueva vida llena de amor, cuidados y diversión.