Historia de Nachito

01.07.2020

"Con Nachito nos conocimos en febrero de 2008. Estaba sólo, en una jaula tipo acuario para cuyis, sentado en una orilla. El vendedor dijo que esa camada había nacido en la quincena de diciembre anterior. Jugó con una trenza de Macramé que llevaba y decidí comprarlo", relata Danae.

Junto a él aprendió todo lo que sabe de conejitos, incluso cuando no era común tenerlos de mascota y ni siquiera había información sobre cómo alimentarlos o especialistas en animales exóticos que pudieran ayudarla. Sin embargo, al llegar Nachito a su vida, le mostró que nada era suficiente, por lo tanto, aprenderían juntos en el camino.

Reconoce que a raíz de lo anterior cometió varios errores, pero Nachito le enseñó su lenguaje corporal, cada gesto que hacía, hasta la forma en que la saludaba, a respetar su espacio, pero lo más importante: pudo también darse cuenta a tiempo de cuando algo estaba mal con él y esto le permitió reaccionar a tiempo.

Problemas gástricos

Fue por eso que, en 2009, al estar acariciándolo, se dio cuenta de que su cuerpo no respondía como siempre, estaba más tenso. Revisó su esquinero y tenía heces más pequeñas. De inmediato lo llevó al veterinario y le dejaron lácteos y un remedio laxante. Además, le preguntaron si tenía vómitos, aunque los conejitos carecen de centro del vómito cerebral y la posición del estómago en el abdomen impide que se produzca.

Al tercer día notó que empeoraba, lo llevó nuevamente y lo tuvieron que operar de urgencias, "si no tu conejo se muere", dijo la veterinaria. Tenía una obstrucción gástrica por pelos y, al no comer heno -porque no se vendía más que cubos de alfalfa- Nachito no pudo eliminarlos y se obstruyeron en el estómago, causándole una herida y casi necrosis de sus paredes.

Así, estuvo dos semanas con controles diarios e inyecciones de medicamentos que no recuerda. Milagrosamente, él se recuperó, subió de peso y siguió acompañándola. Sin embargo, con el paso de los meses le salió un pólipo en el muslo, algunos médicos lo asociaron a las vacunas, mas no se puede saber el origen concreto.

"Es un pólipo lleno de vasos sanguíneos, benigno, que crece y que no se atrevieron a operar. Yo tampoco quise exponer a Nachito a ese riesgo, consciente que no le causaba dolor. Tal pólipo, al tener más cantidad de vasos sanguíneos, es más sensible y se "rompe", teniendo que limpiarlo con suero hasta el día de hoy", indica Danae.

Conejito senior

Nachito tampoco está castrado. Los beneficios de la castración los conoció su mamineja cuando él ya tenía alrededor de cinco años. En ese entonces era demasiado mayor como para someterlo a la anestesia, por ende, decidió no hacerlo y aprendió a sobrellevar su carácter y, si bien no es agresivo, hoy a sus casi 13 años, aún intenta montar su brazo.

"Solo aprendimos a vivir con ese comportamiento. Siempre traté de ver el costo-beneficio de estas cirugías a su edad más avanzada y, definitivamente, preferí no exponerlo a una situación de riesgo y adaptarme yo a él. Sin embargo, actualmente me he enterado de conejos de hasta ocho años que entran a quirófano por esta cirugía y, si Nachito tuviese esa edad, quizás accedería a realizarla, confiando en la actualización y especialización de los médicos veterinarios en conejos", reflexiona.

Agrega que los años se han hecho notar en "su gordo", como ella lo llama y han tenido la fortuna de llevar una buena vida, de seguir siendo cómplices y de poder leer sobre los cuidados.

Durante un tiempo, Nachito fue un conejo obeso, por ende, su comida era racionada. Hoy, con su avanzada edad y la importante pérdida de masa muscular que ha tenido, él come a libre demanda, siempre teniendo cuidado con la ingesta de calcio y cosas dulces (solo come heno de ballica y festuca, pellet como complemento y verduras de hoja verde, sumando frutas dos veces a la semana).

Asimismo, sigue corriendo, sigue "cavando" sobre la ropa de su mamineja, pero también ha perdido agilidad. Ya no puede subir a la cama ni al sillón, necesita ayuda.
Está perdiendo la visión de un ojo, por lo tanto tengo debe tener la precaución de hablarle antes de acercarse a él, sobre todo cuando se acerca del lado de ese ojo.

"Y así siguen pasando los días y tengo la maravillosa fortuna de ser su compañera hace 12 años. Lo vi crecer y ahora lo veo envejecer. Hemos cruzado hitos importantes juntos (mi ingreso a la universidad, el terremoto, mi titulación, viajes, cambio de casa y ahora mi embarazo) y amo que sea parte de cada cosa importante que hice en la vida.
¡Le debo tanto! Me mostró que la nobleza e incondicionalidad viene en tamaño pequeño e incluye dos orejas grandes. Me enseñó a amar sin ninguna condición. Y que los amigos reales duran toda una vida".

Danae lleva a Nachito hace cuatro años en su piel porque sabe que en algún momento sus caminos ya no estarán juntos terrenalmente, pero siempre estará en ella, recordándole su existencia. "Ya son 12 y espero que mi amor dure más tiempo con él. Me dio tanto, que no puedo más que hacer que retribuirle con cariños y cuidados, ojalá por más años.