Vínculos Saludables
Un vínculo se caracteriza por una unión o interacción afectiva especial y duradera con un otro. Aunque la mayor parte de los vínculos afectivos se desarrollan entre miembros de una misma especie, también es posible el desarrollo de vínculos entre especies, como puede ser el caso de humanos y animales de compañía.
En esta ocasión, hablaremos entre el vínculo afectivo que se puede establecer entre cuidadores y conejos con discapacidad.
Para el establecimiento de un vínculo afectivo, existen 4 principios básicos en la interacción entre un cuidador y un animal de compañía. Estos son: seguridad, intimidad, afinidad y constancia.
La seguridad se refiere a la protección que siente un cuidador, mediante acciones de su mascota. Por ejemplo, "solo la presencia de un conejo, puede tranquilizar a su dueño".
La intimidad entre el cuidador y su mascota tiende a ocurrir de manera espontánea. El cuidador con el simple hecho de hablar y acariciar a su mascota, con un lenguaje corporal relajado genera intimidad, de modo tal que su conejo estará dispuesto a jugar, a ser acariciado y permanecer un tiempo en "confianza y relajo".
La afinidad entre un conejo y su cuidador se establece fácilmente, ya que, los seres humanos tienden a generar parentesco con sus mascotas; las consideran como parte de su familia, como un hijo o como un amigo muy especial.
La constancia se refiere a que frecuentemente las mascotas ocupan un lugar muy importante en las vidas y actividades de sus cuidadores, por lo que tienden a pasar tiempo juntos.
Por otra parte, el significado de una mascota para su cuidador se ve influenciado por aspectos como la edad y sexo del cuidado; su historia de interacción con otros animales de compañía y sus expectativas.
Las experiencias pasadas sirven como indicadores de futuras relaciones. Si una experiencia entre un cuidador y su mascota fue positiva, la tendencia es estar abierto a tener una nueva mascota. En cambio, si la experiencia previa fue negativa, será un poco más difícil establecer vínculos positivos dada la experiencia.
¿Cómo podemos identificar el desarrollo de vínculos saludables?
Un vínculo saludable está basado en la elección, no en la obligación, la culpa o la dependencia, por lo tanto, debemos elegir vincularnos libremente con una mascota con discapacidad. No es lo mismo, por ejemplo, elegir vincularnos desde "el querer" que elegir vincularnos desde "el deber".
Un vínculo saludable es nutritivo y nos enriquece intelectual y emocionalmente, por lo tanto, el vínculo con nuestro conejo con discapacidad nos debe aportar emociones, vivencias o aprendizajes positivos que nos hacen crecer y desarrollarnos.